Hasta los primeros días de diciembre del 2024 el conflicto sirio entraba en su décimo tercer año, tras un periodo marcado por la consolidación de las zonas sometidas a control de las diferentes partes en conflicto, encontrándose toda la zona central y meridional bajo fuerzas afines al gobierno de Damasco. A pesar de una disminución general de las hostilidades a gran escala, éstas continuaban y la situación de inseguridad permanecía, particularmente en áreas de control mixto o controvertido, y en las cercanías de la línea del frente.
La contaminación por artefactos explosivos se estima que afectaba a un tercio de las comunidades pobladas, estando especialmente afectadas aquellas áreas que experimentaban intensas hostilidades, incluidas Alepo, Idleb, y los gobernados de Ar Raqqa, Deir-ez-Zor, Damasco rural y Deraa.
Desde marzo de 2011, Siria había sufrido los horrores de un conflicto que había obligado a más de la mitad de la población a abandonar sus hogares. Se estima que 5 millones de personas se han refugiado en otros países, mientras 6 millones se han desplazado dentro del territorio sirio.
Después de 50 años de opresión, y 13 de crímenes y desplazamiento forzado, el grupo insurgente fundamentalista Hayat Tahrir al Shams (HTS, Organización para la Liberación del Levante), anunciaron el fin de este período oscuro y el inicio de una nueva era para Siria.
La caída del régimen de Bashar al Assad puso un dramático final a su lucha de casi 14 años por mantenerse en el poder, mientras su país se fragmentaba en una brutal guerra civil convertida en un campo de batalla indirecta entre potencias regionales e internacionales.
Tras el declive del considerado dictador se marcaba un fuerte contraste con sus primeros meses como el improbable presidente de Siria en 2000, cuando muchos esperaban que fuera un joven reformador después de tres décadas del férreo control de su padre. Con 34 años de edad, de profesión oftalmólogo y educado en Occidente era un apasionado a la tecnología y de un trato muy cordial entre su gente.
Ciudades sirias controladas por los rebeldes HTS
El sábado 30 de noviembre, los grupos rebeldes llevaron a cabo una ofensiva relámpago, matando a decenas de soldados del Gobierno y tomando el control de Aleppo, la segunda ciudad más grande de Siria.
Los insurgentes toman el control de Hama el 5 de diciembre. Esta ciudad está estratégicamente situada en una encrucijada clave en el centro-oeste de Siria, proporcionando líneas de suministro directas entre Damasco y Aleppo.
Al día siguiente, los rebeldes toman el control de Daraa, cuna del levantamiento de 2011. Las fuerzas de la oposición continuaron su avance hacia Damasco, tomando la ciudad de Daraa con la ayuda de facciones rebeldes que representaban a la secta drusa en la ciudad vecina de as-Suwayda.
Tras avanzar hacia el sur durante días, el 7 de diciembre cae Homs, el HTS se hizo rápidamente con el control de Homs. El sábado por la noche, el HTS dijo que había “liberado completamente” la principal ciudad, mientras los sirios arrancaban carteles de Assad y les prendían fuego.
Finalmente, el 8 de diciembre, Damasco y el régimen de Assad caen en manos de los rebeldes. A primera hora de la mañana del domingo, los rebeldes sirios declararon “liberada” la capital de Damasco tras entrar en la ciudad con muy poca resistencia por parte de las fuerzas del régimen.
Breves antecedentes del conflicto y sus consecuencias
Desde su llegada a la presidencia de la República Árabe Siria en julio del año 2000, Bashar el Assad prometió reformas políticas y democráticas. Ello dio lugar a una intensa actividad por parte de políticos de la oposición, grupos de la sociedad civil, y defensores de derechos humanos.
La llamada “Primavera de Damasco”, que se desarrolló entre julio de 2000 y febrero de 2001, fue reprimida políticamente, aunque a partir de aquella fecha se llevó a cabo un lento proceso de liberalización económica. Desde marzo de 2011, Siria había sufrido una grave crisis política, de seguridad, económica, social y humanitaria.
El movimiento de protestas iniciado en la provincia de Daraa en 2011, se extendió por la totalidad del país. El Estado reprimió las manifestaciones pacíficas y a miembros de la oposición durante 2011. A partir de ahí el país entró en un conflicto armado en el que también ha habido intervención de otros países, combatientes extranjeros, y grupos terroristas como Daesh y Al-Qaeda. El conflicto ha tenido consecuencias devastadoras, con cientos de miles de muertes, millones de desplazados y una gran destrucción.
Según datos de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, han muerto al menos 306.887 personas en el conflicto sirio. En estos trece años de enfrentamientos, ha habido episodios de bombardeos indiscriminados y uso de armas químicas por parte del régimen contra la población civil. Uno de los más graves tuvo lugar el 21 de agosto de 2013, en un ataque con gas sarín contra dos bastiones rebeldes a las afueras de Damasco que dejó cientos de muertos.
Siria se convirtió en Estado Parte de la Convención sobre las armas químicas -y Estado miembro de la OPAQ- en octubre de 2013. Como resultado de una misión conjunta de la OPAQ y las Naciones Unidas (octubre de 2013-septiembre de 2014), todas las armas químicas declaradas por el gobierno sirio fueron retiradas y destruidas de forma verificable. Sin embargo, la OPAQ cree que pueden existir arsenales no declarados por el gobierno.
Relación internacional del conflicto
Durante estos casi catorce años de guerra siria Irán, la milicia chií Hezbolá y Rusia respaldaron a Bashar Al Asad, con apoyo político o militar. En el heterogéneo bando de la oposición armada han combatido grupos que, en función del momento, recibieron soporte de Turquía (integrante de la OTAN), de Estados Unidos, Israel, Emiratos, Qatar, Arabia Saudí, Libia, Francia o Reino Unido, entre otros.
En el 2015, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros seis países bombardearon objetivos de la organización yihadista Estado Islámico, que estaba ganando terreno contra el régimen. También lo hizo Rusia, con intensos ataques sobre Alepo, entre otros lugares. En 2020 Turquía y Moscú firmaron un acuerdo para reducir la escalada en el noroeste sirio.
La alianza de Al Asad y Hezbolá ha sido clave en estos años de guerra. La milicia chií libanesa luchó activamente en territorio sirio contra grupos armados de la oposición, y a su vez recibió armamento en Líbano a través de la frontera con Siria.
El rol mediatico de Israel: Nada de lo que ocurre en la región se puede entender sin el papel de Tel Aviv. Las relaciones entre Siria e Israel están condicionadas por la ocupación ilegal de los Altos del Golán sirios, invadidos por el Ejército israelí en 1967. De sus 1.800 kilómetros cuadrados, 1.240 están anexionados desde 1981, bajo control administrativo de Israel, en contra de la soberanía siria y de la resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En esa zona viven actualmente unos 24.000 colonos israelíes, en unos treinta asentamientos, y alrededor de 21.400 sirios. Cuenta con importantes reservas de agua, de las que se abastece Tel Aviv. Lo primero que ha hecho Israel tras la caída de Bashar Al Assad ha sido desplegar tropas en la zona desmilitarizada de los Altos del Golán sirios y ha extendido su ocupación más allá, hasta el monte Hermón, lo que ha sido condenado por Naciones Unidas.
El ministro de Exteriores de Israel afirma que la presencia de sus tropas será temporal, un término ambiguo, teniendo en cuenta que varias ocupaciones israelíes impulsadas hace años, también definidas como temporales, se mantienen hasta hoy. En todo caso, Netanyahu ha dicho que los Altos del Golán “serán parte de Estado de Israel para siempre”, en referencia a su anexión de facto.
El sacrificio humano del conflicto
El impacto humano del conflicto de Siria ha sido enorme. Durante trece años de guerra, se estima que han fallecido al menos 300.000 personas. Unas 100.000 personas están desaparecidas o detenidas; 5,6 millones de sirios han buscado refugio en otros países (principalmente en Turquía, Líbano, Jordania, Egipto y Alemania). 7,2 millones de sirios son desplazados internos. El 90% de la población siria vive por debajo del umbral de la pobreza. El costo de la reconstrucción del país se estima en 400.000 M$.
El conflicto ha sido la mayor crisis de refugiados a nivel mundial. Los civiles sirios han sido víctimas involuntarias de la violencia, pero también han sido objeto de ataques deliberados.
Fuente principal:
Oficina De Información Diplomática, Ficha País. Siria República árabe siria. Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea, Ministerio del Gobierno de España.
Olga Rodriguez. El futuro de Siria tras la caída del régimen y la remodelación de Oriente Medio. El diario.es
Antoinette Radford. Cronología de cómo los rebeldes sirios acabaron con el régimen de Assad en menos de dos semanas. cnnespanol.cnn.com.