Las nuevas formas de trabajo en el siglo XXI están cambiando el modo en que las personas su actividad productiva, generando nuevas posibilidades y desafíos para el ámbito laboral. Es crucial continuar ajustándose a estas tendencias, fomentando la educación constante y la adaptabilidad en la administración de equipos para maximizar los beneficios de estos nuevos métodos de trabajo.
Actualmente, lo más confiable es que todos tengamos total conciencia de vivir en un mundo que está en constante y total conexión. El entorno de trabajo y las relaciones que surgen en él no son distintos a este ya habitual contexto, favorecido principalmente por la evolución tecnológica. De esta manera, hoy en día resulta complicado imaginar la idea de tener que laborar sin conexión a internet, sin disponer de un teléfono móvil o incluso tener que trabajar diariamente en el mismo sitio.

El trabajo realizado fuera de las empresas podría considerarse como una novedad en su modalidad en el presente siglo, dada las características particulares de su contexto. Esta modalidad tiene un referente, en cuanto a su actividad esencial, la cual se desarrolla a través de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
Significa entonces, la prestación de servicios laborales fuera de las instalaciones físicas de la empresa, utilizando herramientas tecnológicas como internet, plataformas de comunicación y software para llevar a cabo las funciones laborales. Esta variación de abordar la actividad laboral permite a los trabajadores desempeñarse desde cualquier lugar, manteniendo la flexibilidad y autonomía en la gestión del tiempo y la organización del trabajo.
A partir de lo mencionado anteriormente, suponemos y asumimos que, de alguna manera, donde nos encontremos, también estará accesible la información que requerimos para la realización de nuestra labor. Por lo tanto, ya no es un factor relevante, ni mucho menos crucial, estar o realizar nuestras tareas desde un lugar específico, pero sí lo es tener a nuestro alcance (a un clic) toda la información que requerimos para ser productivos y eficientes.
La modalidad a distancia o remoto
El trabajo a distancia o remoto se intensificó por razones excepcionales y temporales debido a situaciones de emergencia como el ocurrido durante la pandemia del virus del Covid-19, y por esta razón, se propuso que los algunos trabajadores pudieran emplear este sistema de trabajo con el objetivo de realizar sus tareas desde sus hogares.
Esta modalidad se estableció con el objetivo de mantener su estabilidad laboral y no afectar la rentabilidad y productividad del empleador, con el objetivo, en ese instante, de prevenir nuevos contagios en su lugar de trabajo o mientras se dirigían a sus hogares, salvaguardando a los empleados y a sus familias contra los contagios del Covid-19.
En relación a esto, «el trabajo remoto» facilitó un nuevo sistema de trabajo temporal y provisional durante la emergencia sanitaria, aplicable de manera eficaz y eficiente en instituciones públicas y privadas, y constituyó una alternativa para los empleadores y trabajadores con el objetivo de preservar las relaciones de trabajo, que hoy persiste.
En este escenario, el trabajo a distancia se define para efectuar cualquier tipo de labor manual o administrativa que se realice fuera de las oficinas o instalaciones de entidades públicas o privadas, utilizando, para algunos casos, la tecnología e informática. Es importante destacar que este método no impacta en el monto de sus salarios ni en las condiciones del contrato laboral.
Una definición aproximada del trabajo a distancia alude a un método de trabajo donde los trabajadores llevan a cabo sus labores desde un sitio distinto al de la oficina convencional, como su hogar u otro lugar alternativo. Emplea, en su esencia, tecnologías de la información y comunicación para preservar el vínculo entre el trabajador y la compañía.
El teletrabajo
Internet, con su aura de inmediatez y ubicuidad, con su contradictoria naturaleza de estar sin estar, obliga a los seres humanos de esta época a replantearse el entramado de relaciones productivas y profesionales. El teletrabajo es entonces fruto de este proceso de revisión funcional y conceptual y se presenta, por tanto, como una iniciativa que va en sintonía con las nuevas características del ámbito laboral actual.
«Teletrabajo» es, etimológicamente, un término formado por la combinación del prefijo griego tele, que se traduce como lejos, y la palabra latina tripaliare, que se refiere a una actividad física o mental constante y realizada con empeño (de tripalium, instrumento de tortura).
Esta novedosa forma de abordar el trabajo se refiere a las condiciones laborales en las que el trabajador realiza frecuentemente ciertas tareas desde su hogar o en espacios de trabajo próximos a su hogar. Se trata de una modalidad de organización laboral, que implica el ejercicio de tareas remuneradas o la provisión de servicios a terceros, empleando como medio las tecnologías de información y comunicación (TIC) para la interacción entre el empleado y la compañía, sin la necesidad de que el empleado se encuentre físicamente en un lugar de trabajo específico.
El teletrabajo se puede entender a partir de las siguientes características:
- Es una actividad laboral que se lleva a cabo fuera de la organización en la cual se encuentran centralizados todos los procesos.
- La utilización de tecnologías para facilitar la comunicación entre las partes sin necesidad de estar en un lugar físico determinado para cumplir sus funciones.
- Un modelo organizacional diferente al tradicional que replantea las formas de comunicación interna de la organización y en consecuencia genera nuevos mecanismos de control y seguimiento a las tareas.
Según lo anterior, el trabajo remoto se presenta inicialmente como una iniciativa bastante ventajosa para empleados, empresas y otros interesados. Sin embargo, los fundamentos de la prospectiva pueden proporcionarnos más herramientas para comprender de forma más profunda esta problemática y por qué no anticipar y predecir (de manera proactiva y anticipada), para iluminar las acciones que debemos dirigir en el presente con la luz que nos permita comprender los futuros posibles. Prepararse para los cambios anticipados no obstaculiza reaccionar para generar las modificaciones deseadas.

El diferendo conceptual
Numerosas versiones examinadas nos indican que hay diferencias y similitudes entre el trabajo a distancia o remoto y el teletrabajo. Sin embargo, se enfatiza que uno de los rasgos fundamentales en ambos contextos es el trabajo a distancia.
El trabajo a distancia no es exactamente lo mismo que el teletrabajo. Aunque ambos implican trabajar fuera de la oficina, el teletrabajo se caracteriza por un uso más intensivo de tecnologías de la información y comunicación para realizar tareas y estar conectado con la empresa. El trabajo a distancia, en cambio, es una noción más amplia que puede incluir otras formas de trabajar fuera de la oficina, como el trabajo remoto o el trabajo virtual.
Es posible tener en cuenta otras diferencias; el teletrabajo, implica una relación contractual donde el empleado trabaja fuera de la oficina, generalmente utilizando tecnología, y puede incluir la posibilidad de volver a la oficina. El trabajo remoto, por otro lado, puede ser una medida temporal o excepcional, no necesariamente contractual, y puede implicar el uso de la tecnología para trabajar fuera de la oficina, pero con la posibilidad de no volver a ella.
El trabajo a distancia o remoto significa que las tareas laborales se llevan a cabo directamente desde el hogar o desde el sitio donde los empleados se encuentren en aislamiento o lejos del colaborador. Además, el trabajo remoto posee particularidades distintivas en comparación con el teletrabajo que, desde hace varios años, está legalmente permitido en casi todos los países del mundo.
No obstante, no se ha manifestado, en firme, mayor inquietud respecto a su uso en el sector público y privado, pese al notable progreso de la tecnología y la informática a nivel global; de ahí que se observe una resistencia a la adaptación de los empleados a los nuevos retos y modificaciones en las relaciones laborales a distancia. Por lo tanto, se hace imprescindible una reforma completa de la legislación laboral que pueda adaptarse a las nuevas tendencias tecnológicas y digitales.
Finalmente, se puede deducir que el teletrabajo subraya la necesidad de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para llevar a cabo las labores, mientras que el trabajo remoto o a distancia ofrece mayor flexibilidad en términos de localización y forma de trabajo.
Referentes:
Luis Carlos Lozada Elizalde, El teletrabajo: una modalidad de trabajo eficiente que se impone como tendencia global. Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, D.C., Colombia. Noviembre de 2016
Dante David Refulio De La Cruz, Víctor Gerardo Rojas Aguilar. El trabajo remoto y el desempeño laboral de los colaboradores de la Universidad Roosevelt, 2022. Universidad Continental, Huancayo, Perú, 2022