Buscar
Síguenos
Buscar
Síguenos
La Humildad como virtud humana

La Humildad como virtud humana

La humildad es una virtud humana que implica conocer y aceptar las propias debilidades y cualidades, y obrar en consecuencia. Es la virtud de aquellos que no se sienten por encima de los demás, ni van por la vida presumiendo de lo que saben o de lo que son.

La humildad bien entendida distingue a quienes se valoran a sí mismos en su justa medida; es decir, que no se creen superiores ni inferiores a los otros. También son los que reconocen su potencial, pero no se ufanan de ello ni se pavonean frente a sus semejantes porque saben que no es necesario.

Ser humilde implica conocer, reconocer y aceptar nuestras debilidades, limitaciones y defectos, que van de la mano de nuestras capacidades, aspiraciones, retos, propósitos e intenciones. En definitiva, tener un conocimiento realista y no sesgado de lo que somos, además de conocernos de tal manera que no exageremos lo que no tenemos.

La humildad como patrimonio de los valores humanos

Con frecuencia pensamos que la palabra humildad se refiere a la pobreza en que viven algunas personas, ésta, por supuesto, es una posición equivocada.

La humildad es un valor que puede extenderse a todas aquellos hombres y mujeres dispuestos a reconocer que, aunque tienen una dignidad y un valor que nadie puede quitarles, y tal vez algunas cualidades propias, como la belleza, la inteligencia o determinada habilidad, no se encuentran por encima de los demás.

Una persona humilde se reconoce como un integrante más de la humanidad al mismo nivel que cualquiera de sus semejantes, sin discriminar a ninguna de ellos.

En vez de usar sus talentos propios para ponerse por encima de los otros, los emplea para ponerse al servicio de los demás y construir una auténtica comunidad humana en la que no tienen cabida el orgullo, la presunción o el desprecio por quienes se encuentran en desventaja.

No debemos confundir humildad con falta de autoestima o con la falsa humildad, pues una persona humilde puede también ser bien consciente de sus habilidades. Nuestros logros y cualidades no nos sitúan por encima de los demás y no otorgan el derecho a un trato especial.

Únete a la discusión

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Menu