España es el país de Europa con una amplia y diversa cultura, y sus celebraciones tradicionales son un reflejo vibrante de esta amplia variedad. Cada año, miles de turistas de diversos lugares del mundo se sienten cautivados por la posibilidad de experimentar estas celebraciones singulares, que fusionan historia, religión y un sentido de comunidad que es difícil de encontrar en otros lugares. En la zona de Navarra, las celebraciones más prestigiosas son, sin lugar a dudas, las de San Fermín.
Las Fiestas de San Fermín, precisamente, están incluidas en la lista de Fiestas de Interés Turístico Internacional y comienzan el día 6 de julio a las 12:00h con el lanzamiento del Chupinazo, evento emblemático que marca el inicio de las festividades de San Fermín en Pamplona-España. Es un acto multitudinario, el cual hace ver la plaza del Ayuntamiento insuficiente para quienes desean participar. Por ese motivo y para ofrecer una alternativa a quien quiera seguir el Chupinazo sin aglomeraciones, el Ayuntamiento instala pantallas gigantes en el paseo de Sarasate, plaza de los Fueros y parque de Antoniutti.
El 6 de julio de cada año, la plaza Consistorial se abarrota de gente que, conforme las agujas del reloj se acercan a las 12:00, se va animando más y más, hasta que unos minutos antes de la hora señalada en la plaza ya no cabe nadie y los 2.502 metros cuadrados de la plaza se convierten en una marea blanca y roja de gente que al grito de ¡San Fermín, San Fermín! espera impaciente con el pañuelo en alto, el momento de anudarlo al cuello.
El chupinazo se convirtió en una forma de unificar y formalizar el inicio de las celebraciones, ya que este acto congregaba cada año a miles de personas en la plaza del Ayuntamiento. Rápidamente se consolidó y pasó a ser uno de los eventos centrales del programa de actividades y el más simbólico de las fiestas. A partir de este momento, y con los vítores previos de ‘Viva San Fermín, Gora San Fermín’, queda inaugurada una de las fiestas que más turismo internacional trae a España a lo largo del año.


El lanzamiento del chupinazo siempre había recaído en alguna persona relevante de Pamplona, designada por el Ayuntamiento: desde el alcalde o hasta un personaje destacado de la capital navarra. Sin embargo, desde el año 2016 son los propios ciudadanos los que eligen quién recibirá este honor. Hay algunas excepciones del lanzamiento como en el año 2000, 2001 y 2010 donde los encargados fueron, Cesar Palacios capitán del C.A Osasuna, por el ascenso a primera división, Fermín Tajadura presidente del Portland San Antonio, por la copa de Europa de Balonmano y por último a Mari Ganuza, presidente de la comparsa de Gigantes debido a los 150 años de historia.
Los Sanfermines son conocidos en gran medida debido a la obra «The Sun Also Rises» (Fiesta) de Ernest Hemingway, quien capturó la esencia de estas celebraciones en su novela de 1926. La breve narración de Hemingway acerca de la vida, la pasión y la adrenalina de los encierros llamó la atención internacional hacia Pamplona.
Pero lo que hace destacar a la ciudad de pamplona es como Hemingway relaciona su círculo en la vida real, con los personajes ficticios y como centra su obra en una trama de frustraciones vitales y amorosas donde explotan al entrar en juego los toros, la bebida y la juerga continua, hasta entonces la situación entre Cohn y Brett es tensa pero se mantiene en calma, hasta la entrada en juego de Pedro Romero, el joven torero que encandila a Brett y con la que pasa alguna que otra noche de diversión. Es por ello por lo que luego de publicada la novela, Pamplona es reconocida mundialmente por el impacto que tiene Ernest Hemingway y el posterior premio Nobel, que le proporciona un valor añadido a todas sus obras.
Cada año, la ciudad acoge a cientos de miles de turistas que se embarcan en el entretenimiento de los encierros, las corridas de toros y, por supuesto, el desfile. Los encierros, quizás la parte más conocida de los Sanfermines, se llevan a cabo cada mañana a las 8:00. Durante los encierros, los corredores se lanzan a las calles para correr delante de una manada de toros bravos, en una carrera llena de adrenalina y peligro. Esta tradición, que data del siglo XIII, se ha convertido en un símbolo de valor y desafío.

Historia de la fiesta y su evolución
Se puede establecer el inicio de los festejos en el medievo, exactamente a comienzos del siglo XIII, con la celebración de la feria comercial conmemorada tras la noche de San Juan y que eran seguidas por las corridas de toros. Coincidiendo con estas celebraciones surgió otra feria que era celebrada a finales de verano. Se decidió por tanto unir ambas celebraciones para conseguir un mejor clima y se determinó la fecha de inicio en el día séptimo del séptimo mes.
En 1591 se data el primer programa de festejos, en los que se incluían un pregón, torneo con lanzas, teatro, danzas, procesión por las calles y una corrida de toros al día siguiente. El origen del encierro viene del trayecto por el que los pastores llevaban a los toros de lidia desde las dehesas de la ribera de Navarra hasta la plaza mayor. La costumbre de correr delante de los toros es instaura en el S. XIX.
Hasta el año 1931 no hubo un lanzador oficial del ‘Chupinazo’. Juan Etxepare, estanquero de la calle Mayor, fue el precursor de toda una tradición que se hizo mundialmente conocida. Además, fue el encargado de llevar a cabo el proceso pirotécnico hasta 1936. Después de la Guerra Civil, la costumbre se fue asentando de forma intermitente hasta que, en 1941, el Ayuntamiento planteó que el lanzamiento se hiciera desde la Casa Cosistorial. En este caso, fue Joaquín Ilundáin el encargado de hacer los honores de forma oficial y con el respaldo de las instituciones.

Inicialmente, la celebración era una pequeña feria y acto religioso en honor al santo. Con el tiempo, la celebración se fue enriqueciendo con elementos laicos, taurinos y culturales, convirtiéndose en un evento de relevancia internacional. Prueba de que el componente religioso ha ido perdiendo peso es la sustitución de la procesión hacia la iglesia de San Lorenzo por el “riau-riau” (Vals tradicional de San Fermín)
En este siglo XXI, los festejos comienzan el mediodía del 6 de julio con el chupinazo y terminan la medianoche del día 14 de julio con el “pobre de mí”, cántico popular que se entona ese día para despedir la fiesta. El encierro empieza a las 8 de la mañana y consiste en una carrera de 800 mts que termina en la plaza de toros, entre los corredores se pueden encontrar aquellos que se preparan durante todo el año para la carrera o los que “siguen la fiesta” con el riesgo que eso conlleva.
Actualmente, el proceso se conforma de un total de 27 cohetes en forma de salva que corresponden a cada uno de los concejales del Ayuntamiento de Pamplona. Además, la elección se realiza a partir del voto popular a no ser que exista alguna excepción, como ha ocurrido en algunos años, de parte del Ayuntamiento.
Fuente principal:
Alex Antolín Barbalace, San Fermín Celebration Of San Fermin. Escuela Universitaria de Turismo, Altamira-España, septiembre 18 de 2019