Hablar de Los Simpson significa muchas cosas: sátira, ironía, comedia, burla, crítica. Pero sobre todo decir “Los Simpson” es hablar de historia de la televisión. Más de treinta años después de su emisión, la serie creada por Matt Greening sigue atrayendo audiencias multimillonarias en muchos países del mundo y genera beneficios casi inconmensurables en diversos derechos y marketing.
Su integración a la cultura popular contemporánea es tal que cientos de millones de telespectadores cuentan a Homero, Bart, Marge, Lisa y a Maggie como cinco miembros más de su familia. La serie es una sátira de la sociedad estadounidense que narra la vida y el día a día de una familia de clase media de ese país.
La serie ha redefinido el concepto de éxito global, transmitida en más de 90 países y traducida a más de 45 idiomas. La revista Time la nombró «el mejor programa de televisión del siglo XX» y recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Los premios Emmy y Peabody fueron otros logros alcanzados por la serie, e incluso recibieron una nominación al Premio de la Academia al Mejor Cortometraje.
La serie atesora otros reconocimientos que transcienden a la pantalla: una atracción en los Estudios Universal de Orlando y una recreación a escala real de la casa familiar en Las Vegas, por ejemplo. Las caras de sus personajes han sido estampadas en sellos de correos de Estados Unidos y también se han elevado al cielo en aviones comerciales como globos aerostáticos.
Incluso el Oxford English Dictionary se ha fijado en el prototipo de la holgazanería Homer Simpson y ha incluido su clásica onomatopeya ‘D’oh!’ en sus páginas, definida como “Expressing frustration at the realization that things have turned out badly or not as planned, or that one has just said or done something foolish” (“Expresar frustración al comprobar que las cosas han salido mal o no como se había previsto, o que se acaba de decir o hacer una tontería”).
En sus guiones, prepondera la crítica mordaz presentada con un lenguaje desenfadado y la osadía de caricaturizar cualquier asunto de calado y relevancia social. Diferentes niveles de lectura que le granjean el éxito entre un público heterogéneo y de todas las edades.
La religión y las tradiciones; los modelos de familia, el machismo, la igualdad y las cuestiones de género, la educación; la economía, el mundo de la empresa y las matemáticas; la Historia y la filosofía. En definitiva, “la identificación con el alta y la baja cultura y su catalogación en el marco de la cultura pop dominante” como ingredientes para comprender su éxito sin precedentes.
Su poder, su categoría alcanzada tras haberse convertido en uno de los mejores programas televisivos de todos los tiempos, lejos está todavía de perder vigencia. Los Simpson han alcanzado con salud e ímpetu una efeméride que nadie imaginó allá por 1987, cuando su productor, Sam Simon, solía repetir “amigos, haremos 13 cortos y estaremos fuera”. Esa efeméride histórica, de récord, quedará para siempre fijada en su biografía bajo la fecha del 19 de abril de 2017, día en el que Los Simpson cumplieron treinta años en pantalla.
Génesis de una serie paradigmática
Los Simpson nacieron el 1987, pensados para servir de cortina comercial en un late night de la Cadena FOX (desde 2021 Star Channel). Sus capítulos iniciales duraban poco más de dos minutos, pero pronto surgió la idea de dotarles de entidad propia.
El director y productor James L. Brooks, conocido por películas como La fuerza del cariño (1983), que le reportaron tres Oscar por mejor película, mejor director y mejor guión adaptado, se interesó por el trabajo de un joven dibujante, Matt Groening, que por entonces publicaba una línea de tiras cómicas, Life in Hell, en la que cada semana ofrecía una sátira sobre la vida en Los Ángeles en varios periódicos de la ciudad. Brooks, dispuesto a convertir a Binky, protagonista de aquellas viñetas, en un personaje animado, llamó a Groening a su despacho de Hollywood.
La propuesta era clara: saltar del papel a la televisión. Pero el viñetista no estaba dispuesto a renunciar a los derechos de publicación del que había sido, hasta el momento, su mayor proyecto vital, por lo que declinó la oferta de Brooks.
Consciente éste del potencial de Groening, le emplazó a una nueva cita con la petición de debatir su iniciativa de lanzar al dibujante al estrellato a través de la animación. Y cuenta la leyenda que, abrumado, Groening dibujó unos esbozos a carboncillo en un folio en la misma sala de espera de la oficina del productor, cinco minutos antes de entrar a su despacho.
No tenía tiempo para ser creativo: unas cuantas líneas más bien toscas y cinco personajes, padre, madre, dos niños y un bebé, a los que bautizó con el nombre de sus familiares. Homer sería el patriarca; Marge, la amante madre de familia; Lisa, la hija mayor, y Maggie el bebé.
Al primogénito le correspondía su nombre, Matt, aunque prefirió no significarse y bautizarlo utilizando un anagrama de la palabra ‘brat’, que en inglés significa ‘mocoso’. Como apellido, ‘hijo de simplón’. Matt Groening había creado a Los Simpson.
Aquellos cortos animados, de apenas dos minutos de duración, cautivaron desde el inicio a la audiencia de The Tracey Ullman Show, el late night que la Cadena FOX (desde 2021 Star Channel) emitió hasta 1990. A pesar de gozar desde el inicio del respaldo y aceptación del público, nadie pudo imaginar entonces, tras la emisión de aquel primer microepisodio titulado Good Night el 19 de abril de 1987, que aquella familia amarilla se convertiría, transcurridos sólo dos años, en la protagonista del spin off más exitoso de la historia.
Los Simpson debutaron como programa autónomo de veintidós minutos el 17 de diciembre de 1989 con su especial Sin Blanca Navidad. Matt Groening, James L. Brooks y Sam Simon lideraron el primer equipo de dirección y producción, que poco a poco fue aumentando hasta completar una cartera de 16 guionistas, comandados por George Meyer. Desde el inicio, Dan Castellaneta dobla al personaje de Homer; Julie Kavner, a Marge; Nancy Cartwright a Bart, y Yeardley Smith a Lisa.
En cuanto a la animación, la Cadena Fox (desde 2021 Star Channel) subcontrata los servicios de varios estudios especializados de Corea del Sur, los artistas del Film Roman dibujan los storyboards y los profesionales de Gracie Films supervisan todos los trabajos a su vuelta de los centros de producción coreanos. Hasta 2023, la serie emite en Estados Unidos su trigésima cuarta temporada.
Fuente principal:
Alejandro Tovar Lasheras, Los Simpson (1989-1997) y la representación de tres problemáticas esenciales de la sociedad contemporánea: medios de comunicación, emprendimiento y género. Universidad de Málaga, 2018