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Tsunami, ¿Cómo se forma este fenómeno natural?

Tsunami, ¿Cómo se forma este fenómeno natural?

Un tsunami o maremoto es una serie de olas originada por el desplazamiento repentino de una masa de agua (en un océano o lago). Las olas se caracterizan por una longitud de onda muy larga, y una amplitud mucho más pequeña cuanto más lejos están de la costa. Las olas pueden extenderse miles de kilómetros y penetrar tierra adentro arrasando las zonas costeras.

Los tsunamis pueden estar causados por terremotos, erupciones volcánicas, desplazamientos de masas, impactos de meteoritos o explosiones subacuáticas. «Tsunami» es el término japonés para este fenómeno (significa «gran ola en el puerto») y se utiliza de forma generalizada. Los tsunamis ocurren principalmente en el Océano Pacífico.

¿Cómo se forman?

Los tsunamis se forman por un desplazamiento de agua causado por un deslizamiento de tierra, un terremoto, una erupción volcánica o un deslizamiento del límite entre dos de las placas tectónicas de la tierra (que son placas de roca de 15 a 200 metros de espesor que apoyan los continentes de la Tierra y los mares ares en un océano subterráneo de material semisólido mucho más caliente).

El tsunami embiste la costa arrasándolo todo tanto al entrar en tierra como al salir de nuevo al mar. De hecho, la ola de regreso puede ser tan devastadora o más que la de entrada, ya que cuando la masa de agua fluye de vuelta al mar arrastra escombros que aumentan su fuerza de empuje.

Tipos de Tsunami

Este se produce cuando algún fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua. Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento. Existen diversos tipos de tsunami.

Tsunamis por volcanes submarinos:  Algunos tsunamis de origen volcánico se han dado en el Mediterráneo; el volcán Santorini en el 1650 a. C provocó la desaparición de la civilización Minoica que habitaba en Creta en el siglo XVI a. C

Tsunamis sísmicos:  Los tsunamis más destructivos son los generados, de lejos, por sismos con epicentros o falla de ruptura en el lecho oceánico. Los tsunamis de origen sísmico poseen una fuerte correlación con la tectónica de placas.

Tsunamis por deslizamientos: laderas, submarinos y caídas glaciares: Son aquellos eventos que se generan por el movimiento en masa en áreas submarinas o subaéreas. Este tipo de movimientos o deslizamientos suponen el 10% de los tsunamis. El deslizamiento súbito de sedimentos submarinos en un talud continental genera normalmente tsunamis de menor energía por que los de origen sísmico y sus efectos son más locales.

Tsunamis por meteoritos:  El impacto de un meteorito de considerables medidas, devastaría buena parte del globo terráqueo. El impacto generaría multitud de efectos sobre la tierra o mar, atendiendo al lugar del impacto. El impacto sobre el mar de un meteorito, derivaría en una ola de dimensiones desproporcionadas cuya altura y velocidad se están especulando hoy día.

Tsunamis por explosiones nucleares: El factor humano también puede generar tsunamis. La repentina liberación de una cantidad de energía muy grande, sobre un espacio físico relativamente pequeño, puede desencadenar fuertes ondas (negativas/positivas). El proceso se puede extrapolar al hecho de tirar una piedra en un lago, el efecto que produce es similar si ignoramos la escala del análisis.

Tsunamis meteorológicos o meteotsunamis:  Son ondas que poseen características de tsunami, pero tienen un origen meteorológico. Se pueden definir como un fenómeno con características de tsunami generado por perturbaciones meteorológicas o atmosféricas. Estas ondas pueden ser producidas por ondas atmosféricas de gravedad, bruscas variaciones de presión, sistemas frontales, rachas de viento, tifones, huracanes y otros orígenes atmosféricos.

Consecuencias derivadas de los tsunamis

Los tsunamis pueden causar destrucción de tres formas: inundación, erosión e impacto de las olas en las estructuras. Las fuertes corrientes inducidas por los tsunamis causan la erosión de los cimientos de los edificios y el colapso de puentes y diques. La flotación y las fuerzas de arrastre mueven casas y carros.

Los daños considerables se deben a los escombros que siguen flotando en la corriente formada por el tsunami, incluyendo barcos y carros que se convierten en proyectiles peligrosos. Pueden ocurrir efectos secundarios como los incendios, que podrían ser causados por los barcos que están en los puertos, por los tanques de almacenamiento de combustible que se fragmentan o por averías en las líneas de gas.

Según estudios científicos la energía de estos fenómenos dependerá de su altura (longitud de onda), la velocidad y la frecuencia de olas. De hecho, gracias a estos conceptos se pueden entender a los tsunamis y averiguar datos tan curiosos como que durante su nacimiento las olas pueden alcanzar hasta 800 kilómetros por hora.

Del mismo modo, la repercusión que tendrán en la costa vendrá determinada por esos conceptos, así como por factores externos, como el suelo oceánico que frena el tsunami o las propias barreras naturales y antropogénicas formadas en la línea de impacto.

Fuentes:

www.cmmedia.es/

ecoexploratorio.org

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