La Fania All-Stars («Estrellas de Fania» en castellano) fue un gran grupo musical, que agrupó a la élite de los músicos y cantantes de salsa para ejecuciones y grabaciones de este género. En 1968 y 1969 se publican los LP de la Fania All Stars grabados en vivo en el Red Garter que sirvió de escenario para que la Fania se reuniera, por primera vez.
En la reunión musical las estrellas del momento en la Fania se reforzaron con músicos de la Tico Alegre All Stars, como Tito Puente, Eddie Palmieri, Ricardo Ray y Jimmy Sabater, entre otros. Los dos discos titulados Live at the Red Garter Vol. 1 y Vol. 2 contenían descargas-jazzísticas con muy pocos destellos salsosos.
Por otra parte, se intentó la inserción de la Fania en el mercado de la música afro del soul con el tema en inglés If this world were mine cantado por Joe Battan y La La (Dolores Brooks). Este tema ya lo habían grabado en el 1967 el impecable dúo de Motown Records, Marvin Gaye y Tammi Terrell en el disco United.
Hay que recordar que el concepto musical que llamamos Salsa no estaba en el escritorio de Masucci, ahora bien, sí la intensión era darle a la Fania una línea de acción que denominaban latin soul bajo influencia del soul y el rhythm & blues que era uno de los géneros principales en el ámbito musical americano de esos años.
Las grabaciones de este encuentro no tuvieron un gran impacto en el público latino pues no era música para el bailador y entre los melómanos pasaron sin pena ni gloria. Estos discos de la Fania era una intentona de seguir la pauta establecida por Cachao en sus grabaciones de descargas cubanas para la Panart a fines del 50 y las reuniones de la Alegre All Stars y la Tico en Nueva York en la primera parte de los 60.
Además, en términos generales, este trabajo musical de la Fania no pudo superar en la calidad musical y de ejecución de los instrumentistas de sus predecesores. Pasaron tres años y el jueves 26 de agosto de 1971 la Fania volvió a reunir sus estrellas, ahora en el salón de baile el Cheetah para un concierto-baile con una perspectiva del barrio que sería filmado como parte de un documental llamado Our Latin Thing” (Nuestra Cosa Latina).
Ahora existía una considerable diferencia con respecto a la reunión anterior de carácter jazzístico pues la música trabajada en los dos discos producto de esa reunión eran definitivamente de raigambre salsosa. En esta ocasión la Fania no buscó refuerzos de otras casas disqueras para su proyecto pues tenían artistas bajo su tutela artistas con suficiente solvencia musical, aprecio del público neoyorquino y con ventas de discos respetables, en fin, músicos establecidos y de valía.
El propósito primordial de la Fania al filmar la película titulada “Our Latin Thing” (Nuestra Cosa Latina) y grabar el evento del concierto en el Cheetah era llevar su producto a los cines de Nueva York y los pueblos latinos del Caribe y las Américas y así promover sus artistas y el catálogo musical de la compañía.
Para la época, esta fue una forma innovadora de mercadeo en la música latina pues fue la primera vez que una compañía de música latina trabajaba una producción musical de forma holística al incorporar el cine al disco de vinilo, con esto se iba más allá de las carátulas y la difusión radial. Este encuentro y todos los elementos que le acompañan convirtieron a la Fania All Stars en una orquesta de trascendencia mundial como se corroboró con las producciones posteriores de esa década.
Las Estrellas de Fania tenían como su director musical a Johnny Pacheco. También, incluía a los directores de orquestas Ray Barretto en la tumbadora, Larry Harlow en el piano, Willie Colón en el trombón, Bobby Valentín en el bajo y Roberto Roena en el bongó. Como invitados especiales Ricardo Ray y Bobby Cruz, músicos que ingresaron a la Fania a principios de los años 70 y que ya gozaban de un considerable agarre en el público neoyorquino.
Como vemos, las Estrellas de Fania tenían su base principalmente en los líderes de las bandas más reconocidas de la compañía y sus respectivos cantantes Pete “El Conde” Rodríguez, Adalberto Santiago, Héctor Lavoe, Ismael Miranda, Santos Colón y Cheo Feliciano.
Al parear los cantantes podemos establecer ciertas peculiaridades de cada pareja. Adalberto y “el Conde” eran los cantantes identificados con la tradición charanguera y sonera de Cuba en Nueva York por sus trabajos en las Charangas de Barretto y Pacheco respectivamente y luego en las orquestas tipo Conjunto o Sonora de estos mismos directores.
Ismael y Lavoe eran los novatos, los soneros jóvenes que expresaban su conexión directa con el barrio con sus estilos de soneo malandro y callejero. Santitos y Cheo eran los cantantes solistas que venían de la tradición musical caribeña en Nueva York con mucha fama y reconocimiento entre los bailadores. Colón fue cantante de la Orquesta de Tito Puente desde fines del 50 hasta principios del 70, con todo el bagaje musical que eso significaba.
Feliciano fue el imprescindible cantante del fiero Sexteto de Joe Cuba que a mediados del 60 arrasó en Nueva York. Santos Colón, a pesar de ser un cantante curtido en los ritmos caribeños se notó, en esta grabación, un poco perdido y sin fuerza en sus soneos. Por su parte, Cheo Feliciano quien, sin duda, era el mejor cantante que tenía la Fania en ese momento, logró un soneo arrollador y elocuente en el número Anacaona y estuvo impecable en los otros temas que compartió con los otros cantantes.
Es imprescindible analizar la dotación instrumental de las Estrellas de Fania y ver como la misma representó los nuevos giros de la música caribeña en los años setenta. Como siempre piano y bajo, instrumentos imprescindibles; el trío percusivo timba, tumba y bongó que eran extensamente utilizados por las orquestas de Puerto Rico y Nueva York desde los años 40.
La sección de instrumentos de viento estaba constituida por tres trompetas y tres trombones, dotación bastante extraña en la tradición musical caribeña y que perfilaría el sonido particular de la Salsa hasta nuestros días. La ausencia del saxofón era notable, pues en ese momento pertenecía a conceptos musicales del pasado y a la fastuosidad de los Big Band. El saxofón no era pertinente al estilo musical que buscaba establecer la Fania a principios de los 70.
La sustitución del saxofón por el trombón permitía diferenciar, en algo, el sonido salsoso del sonido cubano tradicional. Por último, y no menos importante, la presencia del cuatro puertorriqueño ejecutado por el maestro Yomo Toro desde la nueva perspectiva salsosa. La intención de la Fania era traer al ámbito musical urbano la guitarra caribeña (el Tres cubano o el Cuatro puertorriqueño).
Recordemos que el Tres cubano fue un instrumento silenciado y casi olvidado, desde los años 50, debido al auge que tuvieron los Big Band Latino y las Charangas en Cuba. La movida de la Fania reconoce la primordial aportación musical de Puerto Rico a la Salsa. El cuatro puertorriqueño adquiría jerarquía de solista y de instrumento bandera en la Fania All Stars, a la vez que se establecen las diferencias instrumentales y sonoras con la música cubana.
El concierto del Cheetah dio paso a la acertadamente integración de los nuevos elementos que aportaba la Salsa a la música caribeña: soneos aguerridos en trueque constante con elementos de descargas instrumentales, esto permitió el destaque de los cantantes y de los instrumentistas en un justo balance, a la vez que el bailador tenía su espacio disfrutar y expresarse a través del baile.
En resumen, la historia de la Salsa se puede dividir diciendo antes del Cheetah (aC) y después del Cheetah (dC). La razón es que este evento fue un punto de inflexión que validó la forma de hacer música latina con un enfoque moderno (latín music, como se designaba en Nueva York) y la proliferó por Latinoamérica.
En el 1973 la Fania All Stars se reúne por tercera ocasión en un magno concierto en el Yankee Stadium al cual asistieron más de 40 mil espectadores. El fin era aprovechar el encuentro y filmar un segundo documental que se tituló simplemente Salsa y producir varios discos de larga duración de la música presentada en el concierto y así continuar ampliando la promoción de la música que cultivaba la Fania y su agrupación estrella.
Se pretendía que el concierto fuera el más espectacular en la historia de la música caribeña. Las estrellas de Fania tocarían dos sets: uno de salsa y otro de música soul afroamericana pues Masucci quería demostrar que podían incursionar en ese ámbito musical. El primer set se dio y se cantaron los temas: Mi Debilidad, Échate Pa’ lla, Hermandad Fania, Pueblo Latino y El Ratón. El segundo set nunca se llegó a completar.
El concierto de la la Fania All Stars en el Yankee Stadium fue espectacular de muchas formas, por ejemplo, por lo que representaba la casa de Babe Ruth para Nueva York y su obligada comparación con el concierto de los Beatles del 1964 y puso a mirar mundo musical americano hacia la Fania.
Como resultado de este encuentro se realizó una película Salsa y cuatro LP: Latin-Soul-Rock, Live at Yankee Stadium Vol. 1 y Vol2 y Salsa. Por otro lado, tuvo sus sombras pues cuando inicia uno de los temas principal de esa reunión Congo Bongo se produjo un pandemónium y la producción quedó inconclusa.
Postura oficial del termino Salsa 1975-1976
En el concierto del Yankee Stadium reunieron los músicos de la Fania All Stars y compartieron tarima con La Típica 73, El Gran Combo y Mongo Santamaría. Luego de la participación de los artistas antes mencionados le correspondía a las Estrellas de la Fania cerrar el mismo. Los músicos fueron presentados uno por uno como se hace en el juego de estrellas de beisbol, pero con las luces del estadio apagadas y seguidos por una luz en su entrada a la tarima.
La filmación del concierto comienza con el arrollador estreno del tema Congo Bongó -descarga en la cual rivalizarían Barretto y Mongo en sus tumbadoras- el público enloquecido se lanzó al terreno de juego como si hubieran ganado la Serie Mundial del béisbol y se robaron algunos de los instrumentos de los músicos. La policía intervino con fuerza para controlar al público, la tarima quedó desolada y un locutor comentó: «se acabó el concierto, señores…».
La idea de Masucci de realizar una segunda película con la Fania All Stars en concierto, esta vez en el Yankee Stadium, quedó frustrada. A pesar de este contratiempo la película se realizó y del concierto en el Yankee Stadium sólo se utilizaron las tomas de la presentación de los músicos y el apaleo policiaco; el resto del concierto se tomó de la presentación de la Fania en el Coliseo Roberto Clemente en San Juan.
En película Salsa los productores intentaron desvincular la Salsa del Caribe multiétnico y asociarla solamente a los negros esclavos traídos a América (Estados Unidos) y el Caribe. Según el libreto de la película los negros del Caribe con el tiempo emigraron principalmente a Nueva York y allí fue que desarrollaron esta música. El mensaje era que la Salsa nació en América (Estados Unidos) y que no tenía vínculos con el Caribe.
El propósito de los empresarios era vender la Salsa al público estadounidense como un producto americano. Por otro lado, con el título de la película Salsa -término que hacía varios años muchos músicos caribeños radicados en Nueva York utilizaban en sus discos o presentaciones para designar la música brava- se oficializó un término genérico para la música afrocaribeña que cultivaba la Fania y así vender la misma como una moda de masas.
Lo que se llama la americanización (Estados Unidos) de la Salsa se intensificó en el año 1974 cuando la Fania lanzó el disco de la Fania All Stars, Latin-Soul-Rock. El título en sí mismo era una confusión, sin embargo, desde la perspectiva comercial era un acomodaticio enjambre de términos musicales inconexos que no eran propios de la Salsa.
Esto nos anunciaba los intentos que haría la disquera Fania a través de su agrupación la Fania All Stars para atar su música caribeña con el mundo musical americano del “Pop music” y aspirar a un “crossover”. Con esta estrategia, y en sólo dos años, la Fania All Stars pasó de ser una orquesta con profundas raíces caribeñas de barrio a un volantín perdido en el mundo de la música en los Estados Unidos.
El único tema que valía en este disco fue “El Ratón”, tema compuesto y cantado por el maestro del soneo Cheo Feliciano y que previamente había grabado con Joe Cuba. A pesar que este tema tenía un arreglo con orientación al Rock Latino (al incorporar a Jorge “Él Malo” Santana en la guitarra eléctrica), Cheo trascendió con sus soneos ese giro anodino y poco salsoso y nos dejó plasmada en sus soneos una magistral interpretación.
En el 1975 la disquera Fania lanzó dos discos que tituló Live at Yankee Stadium y el LP de la banda sonora de la película Salsa, con lo cual la Fania se proclamó como la compañía disquera de la Salsa. En los discos Live at Yankee Stadium la Fania falsea la realidad, pues la portada era una foto de la abortada presentación de la Fania All Stars en el Yankee Stadium, mientras que, la grabación de los temas correspondía al concierto de la Fania en el Coliseo Roberto Clemente en Puerto Rico.
Se deben destacar dos números que, de alguna manera, ilustran parte de la tónica que asumiría la compañía Fania de ahí en adelante con respecto al mundo Salsoso. El tema Mí Gente interpretado por Héctor Lavoe, el sonero que definiría el derrotero a seguir por los soneros de la Salsa en el resto de la década, se convirtió en uno de los temas obligado de la orquesta y carta de presentación de Lavoe como solista.
El otro tema que pegó fuertemente fue Bemba Colorá (tema que Celia había grabado previamente en el disco Son con Guaguancó en el 1966 bajo el sello Tico), en esta ocasión se utilizó para coronar a Celia Cruz como la reina musical de la compañía Fania y de la orquesta Fania All Stars.
En el 1976 la Fania proyecta en los cines la película Salsa tratando de repetir la fórmula de “Our Latin Thing” y publica el LP de la banda sonora con el mismo título. A pesar de que con esta estrategia se consolida la Salsa como la música popular más importante de los pueblos latinos no tuvo el mismo arraigo que el trabajo musical de Live at Cheetah.
Como hemos podido apreciar es en esta primera etapa de la década de los setenta que se coagula el movimiento de las fichas para la masificación y venta del producto musical llamado Salsa. Se oficializa dicho término a través de la película Salsa (1976) para agrupar la música cultivada por la Fania. Celia Cruz será tratada como la diosa musical de la Salsa. Se impulsa el saqueo de la música producida en Cuba en los años 40 y 50 detrás de las letras D.R. (Derechos Reservados).
Los solistas (Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Ismael Quintana y, él manda más, Ismael Rivera) dictaran la pauta en el gusto popular y desarrollaran sus carreras musicales al margen de las orquestas que los hicieron famosos. La Fania All Stars se orientará cada vez más al público estadounidense e internacional, a la vez que se transformó de una orquesta concepto para el destaque por igual de los instrumentistas como los soneros a una banda para el acompañamiento de cantantes solistas.
- Vernon Boggs (1992) expone sobre el origen del término Salsa lo siguiente: «Finalmente, podemos decir que nuestro examen de varias publicaciones sobre salsa sugiere que nuestros autores parecen estar de acuerdo en los puntos siguientes: La salsa es música de base cubana nutrida por músicos hispanos en Nueva York y sus barrios, quienes vivían en áreas de bajos ingresos de dicha metrópoli. El término Salsa ha sido utilizada en estribillos, títulos de canciones, en carátulas de discos, en programas de radio y TV, etc., desde las primeras décadas del siglo 20. La popularidad del término, como uno genérico para varias modalidades musicales, fue conscientemente universalizado y popularizado exitosamente por la Fania All-Stars, Jerry Masucci, Leon Gast y la maquinaria de la Fania.» Rondón (1980) expone con suma claridad sobre el término Salsa como sigue: «…si la salsa ha de ser la música que representa plenamente la convergencia del barrio urbano de hoy, pues entonces ella ha de asumir la totalidad de los ritmos que acuden a esa convergencia. La salsa, pues, no tiene nomenclatura, no tiene por qué tenerla. La salsa no es un ritmo, y tampoco es un simple estilo para enfrentar un ritmo definido. La salsa es una forma abierta capaz de representar la totalidad de tendencias que se reúnen en la circunstancia del Caribe urbano de hoy; el barrio sigue siendo la única marca definitiva.»
La Salsa, desde nuestro punto de vista, no es un género musical como el Son, el Mambo, la Rumba o la Plena; es más bien una forma abierta de fusionar y hacer música caribeña desde la perspectiva neoyorquina. Por eso los músicos mezclan con mucha libertad y elasticidad el complejo rítmico-melódico y armónico del caribe mulato con elementos musicales de otros países latinoamericanos y del Jazz.
Como afirmó Willie Colón: “la Salsa no es un ritmo ni un género que se pueda identificar y clasificar: la salsa es una idea, concepto, un modo de asumir la música desde la perspectiva de la cultura latinoamericana”. (Colón, 1987 citado en Santana, 1992) En su origen la Salsa fue una manifestación musical marginal de puertorriqueños y cubanos del barrio neoyorquino con rasgos nostálgicos.
Luego fue promovida inteligentemente por empresarios disqueros para responder a la necesidad sicosocial de los latinos de poseer alguna identificación cultural con sus raíces desde la perspectiva de Nueva York. Fue entonces que la Salsa se convirtió en un artículo de exportación y consumo para el Caribe urbano. Finalmente, se expandió a mercados tan diversos como África, Europa y Japón con éxito gracias a sus discos, viajes y a las presentaciones en vivo de la Fania All Stars.
El año 1975 trajo consigo dos eventos que son determinantes en la historia de este género. La Fania se consolida cuando adquiere los dos catálogos de las disqueras que eran su competencia. Surge el movimiento de la música Disco que se apoderaría de la radio y los bailadores a través del programa televisivo Soul Train y debilitaría las perspectivas de la Salsa.
En el 1974 la Fania All Stars fue invitada a viajar a Zaire en África al del evento «Zaire 74» efectuado desde el 22 al 24 de septiembre de ese año como parte de los eventos asociados a la famosa pelea de boxeo “Rumble in the Jungle” entre Muhammad Ali y George Foreman, realizada el 30 de octubre. El festival musical realizado con un mes de anticipación a la famosa pelea contó con la participación de artistas del género R&B y soul como James Brown, Bill Withers, BB King y las estrellas de la Fania que a la sazón fue la primera orquesta de música tropical que se presentó en un país africano.
La Fania se presentó ante de 80.000 personas en el Estadio Statu Hai (ahora llamado Estadio Tata Raphaël) de Kinshasa. El concierto de la Fania fue un éxito indiscutible como se puede corroborar a través de la película “Fania All Stars Live In África”, el disco de esa presentación salió al mercado tardíamente en el 1986.
El LP Fania All Stars Live se lanzó al mercado en enero de 1978, sin embargo, las canciones que contiene fueron grabadas el 9 de julio de 1975 durante su concierto en el icónico Madison Square Garden de Nueva York. Puente vuelve a trabajar en concierto de la Fania, además, se une Ismael Rivera a la plantilla de soneros y graba a dúo con Celia Cruz el tema que ambos había grabado por su cuenta, Cucala.
En el 1976 se publica el primer disco de estudio de la Fania All Stars, Tribute To Tito Rodríguez, en el cual se le rinde honor al gran cantante puertorriqueño y precursor de la música latina en Nueva York que había fallecido en el 1973 luego de haber realizado un concierto con la Orquesta de Machito en el Madison Square Garden. En ese mismo año se lanzó el disco Fania All Stars in Japan de su presentación en ese país. Además, en ese año, la Fania realizó conciertos en Europa Francia e Inglaterra.
En ese mismo año se inicia la colaboración con la disquera multinacional Columbia con el LP “Delicate and Jumpy”, producido y grabado, en California (donde siempre los sonidos latinos tienden a ser edulcorados), por Billy and Gene Page este último reconocido arreglista de los principales artistas de la música americana de esos años y por mencionar dos: Barbra Streisand y Barry White. Sin embargo, los artistas de la Fania que participaron en la producción fueron la sección de percusión, bajo, piano y la flauta Johnny Pacheco ninguno de los soneros principales de la Fania participó en la grabación.
De los nueve temas grabados solo Picadillo de Tito Puente estaba en la onda salsera, aunque el sabor del tema fue asfixiado. El primer tema del lado A Desafío (Challenge) fue tratado como si fuera un tema con el sonido de la orquesta The Love Unlimited de Barry White, nada de Salsa pura música Disco sin ningún desafío. Este disco pasó sin pena ni gloria tanto para el mercado anglo como el latino. Roberto Roena fue lapidario cuando aseveró que el disco era “música para ascensores”.
Entendiendo lo irrelevante que fue el disco para la música en la próxima grabación nombran a Jay Chattaway como arreglista y productor de Rhythm Machine. Se trae a Louie Ramírez en el vibráfono y para complementar los arreglos y darle un giro salsoso a la producción. El primer tema del lado A era Ella Fue (She Was The One), primero note como se invirtió en el primer tema el orden de las palabras ahora era español (inglés) no Desafío (Challenge). Con el se intentaba hacer el crossover para el mercado americano.
El segundo tema En Órbita se orientaba hacia las descargas que era parte del ADN de la Fania. El último tema del disco Juan Pachanga escrito y cantado por Rubén Blades fue el palo musical y sin ambages acogido por el público latino. Este tema desde su introducción musical llevó al sonido salsoso a otro nivel manteniendo los elementos fundamentales en su sitio, sin desvíos absurdos.
En el 1978 regresa la Fania All Stars con el LP Spanish Fever que era el primer tema del lado A compuesto por productor Jay Chattaway. Con el título se busca establecer un vínculo con la película Saturday Night Fever y la música que dominaba el mercado americano en esa época. A diferencia de los dos discos anteriores la mayoría de los temas fueron escritos por músicos de la Fania.
Históricos de la salsa
Ahora la calidad de los músicos invitados era indiscutible: Maynard Ferguson, Hubert Laws, David Sanborn y Eric Gale. Podemos destacar los temas Coro Miyare, Te Parece a Judas (cantado por Ismael Miranda) y Sin tu Cariño (interpretada por Rubén Blades), que junto a Coro Miyare (que por un tiempo fue el tema de cierre en los conciertos) fueron los temas de mayor éxito en el mundo salsero.
En el año 1980, luego de culminar el contrato con Columbia, la Fania All Stars publica el LP Commitment donde retoman su enfoque de salsa dura y realizan una gira por toda Latinoamérica y parte de Europa. En los próximos años la Fania All Stars siguió en la búsqueda de diferentes derroteros con sus producciones discográficas.
Entre las que podemos destacar Social Chenge donde fungen más bien como acompañante de Gato Barbieri; Latin Connection donde regresan a sus cantantes tradicionales e incluyen el famoso tema Bilongo interpretado magistralmente por Ismael Rivera; Bamboleo donde graban los éxitos del grupo español Gypsy King en la onda salsosa con guitarra española ejecutada por Francisco Navarro y culmina su discografía en el 1997 con el CD Bravo donde toman la música del grupo Los Van Van de Juan Formell y participa por primera vez como cantante de la Fania el histórico cantante de mil batallas Andy Montañez.
Así la Fania All Stars culminó su periplo musical de casi 30 años, en el cual les legó a los melómanos una discografía “sine qua non” dentro de la Salsa.
Fuente principal:
Nicolás Ramos Gandía, Historia de la Salsa, desde las raíces hasta el 1976 y un poco más allá, Actualizado: 3 de mayo de 2023.