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El sistema de salud en los Estados Unidos

El sistema de salud en los Estados Unidos

El sistema de salud en Estados Unidos es conocido por ser uno de los más caros del mundo, no es un sistema nacional único, sino una combinación de seguros médicos públicos y privados A pesar de ser considerado por algunos como uno de los mejores en términos de calidad y tecnología, también enfrenta desafíos significativos, como la falta de acceso universal y altos costos.

La mayoría de los estadounidenses dependen de seguros médicos privados, ya sea proporcionados por sus empleadores o comprados individualmente, para cubrir sus gastos médicos. El costo de la atención médica es considerablemente alto, lo que puede dificultar el acceso a la atención para algunas personas, especialmente aquellas sin seguro o con seguros de altos deducibles y copagos.

El sistema de salud en los Estados Unidos enfrente varios desafíos: El costo de la atención médica y los seguros es una preocupación importante, especialmente para aquellos con ingresos bajos o sin seguro. La dificultad para pagar los costos de la atención médica pueden limitar el acceso a la atención preventiva y especializada. Existen disparidades significativas en el acceso y la calidad de la atención médica basadas en factores socioeconómicos y raciales.

No se hace referencia a la salud de los ciudadanos en la Carta de Derechos de los Estados Unidos de 1787 ni se resguarda por la Constitución de la nación. En la nación norteamericana no hay un sistema público de salud ni una cobertura global en servicios de salud. El resultado es que numerosos millones de individuos se encuentran fuera del sistema, amenazando su estado de salud y su vida.

En 1978, con la participación de la Organización Mundial de la Salud y de 134 naciones, se llevó a cabo la primera conferencia internacional en la ciudad de Alma Ata sobre la Atención Primaria. En este evento, se manifestó la imperiosa necesidad de salvaguardar y fomentar la salud de todos los individuos a nivel global, a través de todos los gobiernos y expertos en salud del mundo.

En un sistema de cobertura universal, no se realiza ningún pago que supere un límite de disponibilidad de recursos, usualmente cero para los individuos más desfavorecidos y pobres. El objetivo de la cobertura universal es que cada individuo adquiera los servicios que requiere a un precio asequible tanto para él mismo como para el país en general.

Estado Unidos de América es una nación ubicada en la región norte del continente americano, con una población de 322 millones de individuos distribuidos en 50 estados con gobiernos que mantienen su soberanía junto al gobierno federal. Se le reconoce como uno de los países desarrollados más prósperos del mundo y el núcleo de la economía mundial, además de numerosas entidades internacionales de salud.

No obstante, es el único país desarrollado que carece de cobertura universal en salud, con una estimación de 45 millones de individuos sin ninguna forma de protección sanitaria, lo que constituye el 15% del total del país. Además de Polonia y Grecia, los tres países miembros de la OCDE no cuentan con un conjunto de servicios fundamentales asegurados.

Su modelo de salud se fundamenta en el libre mercado, lo que implica que el sistema está totalmente administrado por empresas privadas respaldadas por redes gubernamentales. Su Producto Interior Bruto destinado a la sanidad representa el 16%, mientras que el gasto por individuo es de 9000$, ambos montos son los más elevados a nivel mundial en sus respectivas categorías. En cambio, cada año fallecen 45.000 personas debido a la ausencia de atención médica.

El seguro privado puede ser directo o gestionado. Permite el acceso a cualquier consulta médica y es gestionado por el asegurado o su empleador. El modelo gestionado proporciona una cobertura más asequible que la directa, aunque solo es posible acceder a una específica red de hospitales y centros, o se requerirá un pago más alto.

En Estados Unidos, la mayoría de los servicios de salud se ofrecen en hospitales privados, ya sea con fines de lucro o no. Incluso los sistemas no lucrativos se enfrentan a la competencia por los ingresos, y lo hacen incorporando a su servicio ciertos beneficios secundarios. Esta rivalidad por un incremento en el número de pacientes provoca un aumento en los costos.

Aunque no se asigna una racionalidad explícita a la atención sanitaria, se hace de manera indirecta al demandar franquicias o deducibles y copagos, lo que lleva a muchos ciudadanos a renunciar a la atención médica debido a su elevado costo. Centrarnos en lo que es lucrativo (la atención temprana) también nos lleva a desestimar aún más la atención primaria y la prevención.

En cambio, existen lo que los estadounidenses llaman asistencia sanitaria pública, que se incluye en los programas de Medicare, Medicare o asociaciones de veteranos, donde las entidades públicas del país gestionan y reparten los recursos financieros, pero no proveen la asistencia sanitaria debido a la falta de una red de hospitales públicos.

El exmandatario Barack Obama encabezó un cambio relevante en el sistema sanitario de Estados Unidos mediante la aprobación de la Ley de Protección al Paciente y Atención Médica Asequible, también denominada Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio o «Obamacare». Esta normativa implementó modificaciones significativas como la ampliación de la cobertura de seguros, salvaguardas para individuos con condiciones previas y la formación de mercados de seguros para simplificar el acceso a la asistencia sanitaria.

El programa Medicare está dirigido a individuos de 65 años en adelante que cuentan con 60 días de atención médica gratuita, sin embargo, tendrán que abonar aproximadamente el 20% de la factura y una cuota mensual. Para los individuos sin empleo o con ingresos mínimos mensuales, existe Medicaid, en la que actualmente se encuentran inscritos 34 millones de adultos.

Finalmente, el Programa de Seguro de Salud Estatal para Menores ofrece protección médica a menores de edad cuyas familias no satisfacen los requisitos para acceder a Medicaid pero no pueden soportar el gasto de un seguro privado. Entre Medicaid y el Programa de Seguro de Salud para Niños del Estado, se brindan servicios a 35 millones de niños.

Servicio médico para inmigrantes

En Estados Unidos, los inmigrantes, independientemente de su estatus migratorio, tienen derecho a recibir atención médica. No se requiere ciudadanía estadounidense, estatus migratorio legal ni número de Seguro Social para acceder a servicios de atención médica según la ley federal. Existen opciones de seguros médicos y programas gubernamentales como Medicaid y CHIP que pueden ayudar a cubrir los costos de la atención médica para inmigrantes.

Los inmigrantes legales de Estados Unidos gozan de los mismos derechos a los servicios sanitarios que cualquier otro ciudadano del país. Esto implica que, si satisfacen los requisitos requeridos, tienen la posibilidad de participar en programas de salud financiados por el estado. Si no son elegibles para estos programas, deberán obtener un seguro médico privado o mediante su actividad laboral.

El sistema de salud en Estados Unidos para inmigrantes varía según su estatus migratorio y estado de residencia, con opciones de seguro y acceso a servicios de salud que pueden ser diferentes a los de los ciudadanos. Mientras que los inmigrantes legales tienen derechos similares a los ciudadanos, los indocumentados generalmente solo tienen acceso a atención médica de emergencia y en algunos estados, a programas específicos de salud o clínicas comunitarias.

Opciones de seguros médicos y programas para inmigrantes:

Medicaid y CHIP: Estos programas ofrecen cobertura médica a personas de bajos ingresos, incluyendo algunos inmigrantes. La elegibilidad varía según el estado y el estatus migratorio.

Mercado de Seguros Médicos: Algunos inmigrantes pueden calificar para cobertura a través del Mercado de Seguros Médicos, donde pueden encontrar planes de salud asequibles con o sin subsidios basados en los ingresos.

Seguros privados: Existen seguros médicos privados disponibles para inmigrantes, algunos de los cuales pueden ser de bajo costo o incluso gratuitos.

Clínicas comunitarias y organizaciones sin fines de lucro: Muchas clínicas comunitarias y organizaciones sin fines de lucro ofrecen servicios de atención médica asequibles o gratuitos, especialmente para inmigrantes y personas de bajos ingresos.

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