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BRICS, bloque de los futuros líderes del mundo

BRICS, bloque de los futuros líderes del mundo

Los BRICS son una alianza estratégica más del tipo político, que busca que los países a través de sus gobiernos vayan generando políticas comunes y que tiene un gran instrumento que es el Banco de los BRICS, un grupo que tiene un peso geopolítico importante. Es un bloque de asociación económica, política y social formada por: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, las cinco economías emergentes que en la década del 2000 eran las más prometedoras del mundo.

El bloque tiene su relevancia en el orden económico, ya que concentra el 42% de la población mundial, supera el 30 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y producen más de un tercio de la producción global de cereales, además de representar también el 30% del territorio del planeta y el 18% de comercio internacional.

La organización

“Los BRICS son los futuros líderes del mundo”. La frase, que puede sonar algo presumida, fue pronunciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en el cierre de la Cumbre del bloque realizada en la ciudad de Ufa, el 9 de julio de 2015. Es que, catorce años después de la aparición de la sigla, un ingenio de marketing inventado por un economista de una banca de inversión transnacional, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica emergen en la actualidad como los nuevos bloques de poder mundial, reclamando protagonismo en la redefinición del ordenamiento global en un mundo todavía convulsionado por la crisis financiera.

Los estados miembros se muestran en verde oscuro

La crisis financiera global desatada en 2008 a partir del estallido de la burbuja inmobiliaria o la crisis de las hipotecas subprime, resquebrajo y puso en cuestión el orden mundial que emergió como consecuencia de la segunda guerra mundial, donde Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia aparecieron como los grandes ganadores y ordenadores mundiales. Orden mundial que se tradujo en su peso en los organismos internacionales de carácter político, como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o el G-7, y de carácter económico, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio.

Esta crisis global produjo también una parálisis en las economías centrales, que prácticamente vieron estancarse sus PBI y, a la vez, fueron ganando peso economías denominadas “emergentes “que, a partir de su crecimiento económico primero, y su capacidad de articulación política después, comenzaron a plantear nuevos desafíos en el orden global, mostrándose críticos de la arquitectura financiera unipolar global actual y esbozando lineamientos para superarla.

Entre estos países, los que tomaron un fuerte protagonismo fueron, sin dudas, los denominados “BRICS” (acrónimo formado por las iniciales de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). El término, si bien fue utilizado por primera vez en 2001 por Jim O’Neill, un alto ejecutivo de la banca norteamericana Goldman Sachs, fue mutando su significación original luego de las distintas Cumbres que tuvo el bloque.

Entre 2000 y 2013 los países emergentes pasaron de representar menos del 40 % del PIB mundial a la mitad del mismo y esta tendencia también se refleja en el peso de este grupo de economías en la inversión, el consumo y las exportaciones mundiales. Los BRICS reúnen, además 42% de la población mundial, 20,4% de la producción y 17,6% del comercio. Producto de esto, cuatro de sus miembros se encuentran ubicados entre las diez economías más grandes del planeta -China, India, Rusia y Brasil.

Lideres del BRICS a 2023

En este sentido, los BRICS se posicionan de tres maneras diferentes frente a la coyuntura mundial actual: por un lado, reclamando a los “países desarrollados” una mayor incidencia en los organismos de crédito internacional (FMI y Banco Mundial), así como también una democratización de las instituciones políticas globales (Naciones Unidas y G7); en segundo lugar, generando iniciativas conjuntas (no exclusivamente en materia económica, sino también política y social) para poder consolidar la articulación entre los socios o comenzar a suplir la falta de respuesta de los países desarrollados a los reclamos; y, en tercer lugar, pretendiendo establecer un liderazgo de los países emergentes a nivel mundial a partir de la creación de instituciones propias.

El surgimiento del término “BRICS”.

En noviembre de 2001, la banca de inversión Goldman Sachs publicaba su boletín económico N° 66. Allí el economista británico Jim O’Neill3, jefe del departamento de investigación económica global en la sede londinense del grupo, repasaba el estado financiero global a comienzos de un nuevo siglo, donde destacaba el proceso de crecimiento de las llamadas “economías emergentes” quienes, afirmaba, superarían en un corto plazo a las potencias englobadas en el G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y serían los encargados de liderar el crecimiento global en los próximos años.

El artículo se titulaba «Building Better Global Economic BRICS«, haciendo un juego de palabras con las iniciales de Brasil, Rusia, India y China, y el término inglés «brick», ladrillo, para señalar que estos países serían los pilares de la nueva economía global. En el artículo, la perspectiva analítica de los BRICs se reducía a aspectos comerciales y económicos y los países eran analizados desde sus características particulares, dejando de lado los abordajes más políticos y estratégicos de estos países.

Siguiendo a Turzi (2011b), vemos que el término “BRICS” no apareció como respuesta a un vacío analítico en las ciencias sociales o como una aplicación de la teoría de las relaciones internacionales, sino como una acción política de la Goldman Sachs para identificar nuevos mercados para sus grupos económicos y financieros y alentar inversiones que reditúen en mayores tasas de ganancia.

De hecho, la banca utilizó el término en plural (BRICS) señalando que, más allá de sus características comunes, cada mercado tenía su propia estructura de crecimiento y desarrollo; es decir, no hablaba del “BRIC” como bloque homogéneo, sino que lo hacía tomándolos como mercados individuales que presentaban algunas características comunes.

En este marco, entre 2001 y 2006, el término “BRICs” solo fue utilizado como categoría de análisis para los estudios económicos y financieros sobre el estado del mundo en los inicios del siglo XXI, para referirse a nuevos Estados con características particulares que permitían su consideración en conjunto, al compartir territorios extensos con gran cantidad de población, gran cantidad de recursos naturales y, principalmente, un crecimiento sostenido de su economía, reflejados en porcentajes del PBI que se asemejaban (si los analizamos en conjunto) a las potencias desarrolladas.

En 2003, en este sentido, otros dos economistas de la Goldman Sachs volverían a hacer referencia a este conjunto de países afirmando que, para 2050, China e India encabezarían el ranking de proveedores globales de tecnología y servicios, mientras que Brasil y Rusia, por su lado, se posicionarían como los principales proveedores mundiales de materias primas y alimentos. Es decir, la Goldman Sachs no solo indicaba cuáles eran los mercados rentables para la inversión, sino que indicaba también en que ramas de la economía era tentador invertir.

Hubo que esperar hasta el año 2006 para que los propios presidentes de los países aludidos decidieran comenzar a utilizar por voluntad propia el término “BRICS”. En el marco de la 61° Asamblea General de las Naciones Unidas, los cancilleres de los cuatro países acordaron incorporar el concepto BRIC a las categorías de política exterior, remarcando la necesidad de afianzar la cooperación mutua. Entre mayo de 2008 y marzo de 20097, se reunieron asimismo los Ministros de Finanzas de los países del bloque, adoptando declaraciones conjuntas sobre los problemas económicos mundiales actuales, incluyendo propuestas alternativas para superar la crisis financiera mundial.

La primera reunión formal de presidentes de los países del BRICS no se realizó hasta 2009, cuando Luiz Inácio Lula da Silva, Dmitri Medvedev, Manmohan Singh y Hu Jintao, presidentes de Brasil, Rusia, la India y China respectivamente, se reunieron en Ekaterimburgo, Rusia. En la cumbre, los presidentes afirmaron que

  • “…las economías emergentes y en desarrollo deben tener más voz y representación en el seno de las instituciones financieras internacionales, donde sus líderes y directores deberían ser designados por medio de procedimientos selectivos abiertos, transparentes, y basados mucho más en la capacitación técnico-práctica de los candidatos”.

Es a partir de este momento, que comienza el proceso de institucionalización del BRICS en el escenario global. En Ekaterimburgo, los presidentes del BRICS manifestaron explícitamente la necesidad de establecer nuevas reglas de juego globales, criticando abiertamente el orden mundial unipolar, basado en la especulación financiera, la resolución de los conflictos internacionales mediante la intervención bélica externa y el sometimiento político y económico a los países periféricos por parte de las potencias centrales. En la tercera Cumbre del bloque, realizada en la ciudad china de Sanya en 2011, se oficializó el ingreso de Sudáfrica al grupo, por lo que la sigla pasó a denominarse, definitivamente, “BRICS”.

En la siguiente tabla aparecen sus miembros y sus principales variables económicas. Etapas sobre cada uno de ellos puede acceder a mucha más información de cada uno de los países.

Los BRICS, que habían nacido como un acrónimo inventado por una banca multinacional para direccionar sus inversiones, comenzaban a convertirse ocho años después en un bloque de poder a partir de la coordinación sistemática de sus miembros. En el medio, jugó un papel significativo el estallido de la crisis financiera global en septiembre de 2008, sumado al resurgimiento del G-20 en noviembre del mismo año como espacio de coordinación global (superando al G-7). Estos dos hechos aceleraron el proceso de coordinación de los países emergentes y brindaron las condiciones de posibilidad para disputar un nuevo ordenamiento global.

Situación actual

Los BRICS vuelven a ampliarse. Así lo ha asegurado el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, que ha dicho que seis nuevos miembros pasarán a formar parte de este grupo de países que actualmente es conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Desde el próximo año (2024), también estarán dentro Irán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Egipto y Etiopía, y se ha destacado el pleno consenso que ha existido en esta primera fase de la ampliación del grupo.

Asimismo, Ramaphosa ha destacado que valoran el interés que han mostrado otros países de entrar en los BRICS y por ello han encargado a los ministros de Asuntos Exteriores que desarrollen una lista de posibles nuevos miembros de cara a la próxima cumbre, para la que Rusia se ha ofrecido como anfitrión.

Ramaphosa ha señalado que desde el 1 de enero de 2024 estos seis nuevos países se convertirán en miembros de pleno derecho de este grupo cuyo origen se remonta al año 2006, cuando Brasil, Rusia, India y China se reunieron por primera vez con vistas a sacar adelante esta iniciativa, a la que se unió Sudáfrica en 2011.

Fuente principal:

Schulz, Juan Sebastián, Los BRICS. El surgimiento de un proyecto de nueva arquitectura financiera y de un nuevo mundo multipolar (2009-2014). Universidad Nacional De La Plata, Argentina, febrero 2016

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