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El origen del blues, género de música vocal e instrumental

El origen del blues, género de música vocal e instrumental

El blues (traducido como melancólico o triste) es un género de música vocal e instrumental basado en notas de blues y patrones repetitivos, a menudo siguiendo una estructura de doce compases. La importancia de las notas de blues y los patrones de llamada y respuesta en la música o las letras es característica de la herencia de África Occidental del género.

Sus principales particularidades pueden ser el ritmo, el canto y la música instrumental. El ritmo (acústico y country) es muy singular debido al ritmo al que está ambientado, lo que lo hace bailable. Otra parte relacionada es una canción que tiene características góspel, como gritos o inflexión vocal. El cantante expresa sus sentimientos, que en este estilo son más importantes que el estado de ánimo mismo.

En cuanto a instrumentos, juegan un papel importante la guitarra (transpuesta con cuerdas y vibrato para dar más expresividad), el bajo, la batería, la armónica, el piano y ocasionalmente los metales. El blues clásico se desarrolla en doce compases donde encontramos repetidas tensiones armónicas con un acompañamiento vocal que puede incluso ser improvisado y/o instrumental.

Génesis del blues. El legado africano

Establecer el lugar exacto donde nació el blues sigue siendo a todas luces imposible después de años de investigaciones a partir de testimonios orales, periodísticos, literarios y sonoros y de miles de horas de trabajo de campo. Folcloristas, etnomusicólogos e historiadores de la música se han encontrado con la imposibilidad de identificar el lugar exacto, en el vasto sur estadounidense, en donde se interpretó la primera melodía de lo que hoy en día consideramos como blues.

Lo que sí está claro es que la cuna de esta música se encuentra en algún lugar, o quizá en toda la región que comprende lo que se conoce como el sureste y parte del suroeste de Estados Unidos y que va desde el estado de Texas hasta el norte de Florida. Un inmenso territorio que incluye los actuales estados de Georgia, Alabama, Misisipi, Luisiana, Arkansas, partes de Oklahoma, Illinois y el sureste de Texas, además de incluir el valle y el delta del rio Misisipi y la costa norte del Golfo de México.

Esta inmensa porción del mapa de Estados Unidos es una región de granjas y plantaciones de algodón, ciudades pequeñas y extensas zonas boscosas y pantanosas amen de un sinfín de ríos y pequeños brazos de otros ríos que pertenecieron a España y Francia antes de que en 1804 Napoleón Bonaparte vendiera a Estados Unidos las posesiones territoriales que España le había devuelto y que incluían el valle del Misisipi, Luisiana y la ciudad de Nueva Orleans. Esta compra es un evento trascendental en la historia de la nación ya que duplicó su extensión, expandiendo la frontera allende los Apalaches y más allá, pasando el río Misisipi.

Con el tiempo este se convertiría en la más importante arteria fluvial del país y en cuyas riberas surgirían poblaciones y ciudades emblemáticas para la historia de la música negra como Memphis en Tennessee, St. Louis en Missouri y Nueva Orleans que ya existía, pero que se consolidaría durante varias décadas, antes de la Guerra Civil como ciudad cosmopolita y de negocios, que al final del siglo XIX y principios del XX seria definitiva en la expansión del blues y el nacimiento del jazz.

Fue en el trasegar por los caminos de este sur, por sus granjas de algodón, sus pequeñas poblaciones con sus muelles, estaciones de ferrocarril y bares y cantinas, lo que permitió que los rasgos musicales del blues se definieran y luego se integraran en una región en particular: el estado de Misisipi, ciertos datos y hechos sugieren que fue allí en donde se configuró el blues. El etnomusicólogo e historiador del blues Samuel Charters se refiere a esta afirmación cuando dice:

Este estado contaba con una población afroamericana numerosa y aislada y en una zona de pobreza generalizada, lo que significa que la gente se veía obligada a crear sus propias formas de entretenimiento. En los condados del noroeste del Mississippi, el famoso delta del algodón, la concentración de comunidades afroamericanas era tan densa que la vida musical preservó elementos del tipo de melodías e instrumentos africanos que casi habían desaparecido en el sur.

Pero no son solo esas las razones para seguir esta idea del Misisipi como lugar en donde se configuró el blues, existen otros hechos como que la gran mayoría de los primeros maestros del blues que se recuerdan y que posteriormente grabaron, son oriundos de esta región. Nombres como Robert Johnson, Charley Patton, Walter Vincson, Son House o Tommy Johnson entre muchos otros, que evidencian en sus estilos de tocar y en las canciones que interpretaban, reminiscencias de los cantos de trabajo, de las work songs que son parte fundamental de las raíces e influencias del blues.

El piano es un instrumento muy versátil que se utiliza en el blues

Esos cantos de las plantaciones conservaban elementos de la tradición musical africana que, a pesar de la prohibición de hacer su música en muchas granjas y plantaciones, los esclavos negros habían traído consigo e incorporaban en esas canciones colectivas de trabajo e inclusive en los cantos espirituales. La heterogeneidad musical africana y los diversos elementos que de ella se perciben en el génesis de la música negra y particularmente del blues en Estados Unidos, debe ser abordada antes de seguir con los rasgos adquiridos en América.

La influencia de la tradición musical africana se percibe tanto en la forma que adoptaron las estrofas del blues, como en la riqueza instrumental y el carácter improvisatorio de letras y melodías inherente a las culturas orales africanas que los negros vendidos como esclavos llevaron consigo a América quienes realizaban el largo, penoso y muchas veces mortal, viaje en los barcos negreros.

El África occidental, la región en la que fueron capturados la mayoría de los futuros esclavos y que corresponde hoy a Senegal, Gambia, Guinea – Bissau, Guinea Conakry, Sierra Leona y Costa de Marfil, era una región habitada por un sinnúmero de tribus que tenían relaciones de amistad y guerra entre sí. Estas tribus tenían una rica vida religiosa y musical debido a la relación que tenían con su entorno natural y con el mundo de lo intangible.

Sus danzas y sus músicas aludían a la relación con lo sobrenatural y con la dureza de la vida, en versos largos, muy poéticos y libres, que entonaban hombres conocidos como griots. Este es el termino genérico en diferentes lenguas para llamar al cantante, aquel que entona su canción con frecuencia improvisando las estrofas y acompañándose con un rudimentario instrumento de cuerda de fabricación casera en el que toca una serie de figuras rítmicas que repite a un ritmo y volumen que permita acompañar suave y quedadamente, el tono grueso y profundo de su voz.

Esos griots, que son conocidos como jali en la cultura mandingo y jelefo de la tribu Fula en Senegal, han sido reconocidos como aquellos que configuraron la música que hoy en día conocemos como blues. En África tenían un papel destacado al interior de las tribus y otras sociedades más grandes, eran los guardianes de la memoria de su tribu, sus mitos, genealogías, crónicas de batallas históricas y cuentos, pasándolos así de generación en generación.

Se les respetaba y apreciaba por su carácter singular y la capacidad de poder expresarlo, les permitía ser el centro de atención en reuniones rituales y en ocasiones los reyes tenían cerca uno o varios de ellos para contar con su servicio cuando fuese necesario. Los griots acostumbraban acompañarse con un instrumento musical que podía ser de percusión como el sabar y el tama, también conocidos como tambores parlantes, que transmiten códigos sonoros que los oyentes pueden entender.

Los instrumentos también podían ser de cuerda como es el caso de la kora mandinga, un instrumento de 21 cuerdas hibrido entre el arpa y el laúd. También utilizaban el xalam y el balafon que es un instrumento similar a un xilofón, con este acompañamiento instrumental, los mensajes que dejaban los griots, gustaban más y adquirían categoría de arte y al mismo tiempo de expresión de cohesión social por cuanto preservar las tradiciones, en este caso orales, era bien visto por todos y generaba reconocimiento y admiración.

Estas tribus vivían en una cultura narrativa de oralidad, en donde las canciones existen porque se cantan y se transforman con cada interpretación. A diferencia de las culturas que tienen escritura y encomiendan su legado al documento escrito, estas tribus preservaban sus tradiciones en las letras de las canciones que hablaban de sus antepasados, de grandes hazañas y de tiempos mejores, así como de diversas experiencias de la vida cotidiana. Para el negro africano, su experiencia musical era definitiva por cuanto estaba íntimamente ligada con la vida en comunidad, esa era su razón de ser.

Los Cantos de Trabajo   

Los cronistas que tenían la oportunidad de viajar por el sur durante el siglo XIX antes de la Guerra Civil, contaban cómo al cabalgar o caminar por las inmediaciones de las plantaciones de los estados del sur, se escuchaban durante el día, a lo lejos, las voces de los esclavos que acompasadamente contestaban a las estrofas que improvisaba un cantante, que usualmente era un anciano que conocía las melodías y ya no podía participar en las labores.

Recolecta de algodón en Georgia. / Heritage Art/Heritage Images via Getty Images

Esas canciones de trabajo, de ritmos uniformes y versos poco rimados, llevaban un ritmo particular que les permitía trabajar al “ritmo” de la música y según la opinión de los dueños de las plantaciones y de los capataces, que finalmente eran quienes se encargaban de “asegurar” la efectividad del trabajo de las cuadrillas en el terreno, los “hacia rendir más” en su trabajo, afirmación que para muchos carece de toda veracidad.

Musicalmente las canciones de trabajo obedecen a un esquema conocido como call and response o llamada y respuesta y funcionaba así: el solista, casi siempre un anciano, entonaba cortas frases improvisadas que el grupo de trabajadores contestaba a coro con un verso que se repetía como un estribillo. Se trataba de una forma musical muy libre y que se mantenía siempre vigente, en tanto que confería primacía al canto, a pesar de que no era raro escuchar los sonidos de instrumentos de viento y cuerda acompañando las estrofas.

Ese modelo de llamada y respuesta, es una de las más evidentes raíces africanas del blues, que proviene del llamado canto alterno africano, que se compone de una llamada y una respuesta, en un esquema A B, que hace equivale a una llamada y una respuesta y ayuda a entender tanto la disposición de las frases en el blues como la función que tiene cada una. En el blues de compas 12, el modelo es A A B que corresponde a dos llamadas y una respuesta que el cantante unifica en uno solo y que sería la base de la estrofa convencional del blues.

Las work songs obedecen a una ley especial que es elevar las energías, mediante la música. Es muy eficaz porque transforma el monótono y cotidiano trabajo en una especie de juego o de danza que permite al grupo interactuar excluyendo los movimientos que están por fuera del ritmo y genera fuerza de trabajo, fuerza motriz para la labor en el campo que distrae del cansancio, haciendo que el tiempo se pase rápido y que el ritmo de trabajo sea el apropiado.

Las canciones de trabajo no solo se podían escuchar en las plantaciones de Mississippi, en el delta y Louisiana, también en Texas fueron muy comunes, aunque este estado no tenía grandes plantaciones por la naturaleza arida de su tierra, los esclavos trabajaban en pequeñas granjas aisladas que era donde se podía oír las work song, ademas de las granjas penitenciarias al sur del estado.

Las canciones de trabajo nacieron en Africa, en donde tambien son conocidas como cantos hacendados de las plantaciones, y no solo se dieron en los Estados Unidos, en Dahomey se les llama dokpwe; en yoruba, egbe; en Haiti, coumbite; en Brasil Trocadia y en Trinidad gayap.

Melodías clásicas de música blues 

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Fuente principal.

Hernán Mauricio Prada Chacón, El nacimiento del blues en el sur de los Estados Unidos. Pontificia Universidad Javeriana, Bogota D.C. 2015

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