El Día de la Tierra se celebra el 22 de abril de cada año, pero algunos eventos tienen lugar el fin de semana anterior o posterior al 22. Al Día de la Tierra se le atribuye el inicio del movimiento ambientalista en Estados Unidos que tuvo su primera expresión masiva importante el 22 de abril de 1970, aproximadamente, 20 millones de personas participaron, saliendo a las calles y parques para manifestarse por causas ambientales.
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En torno al planeta Tierra
Cuando sentimos por primera vez el calor del sol o nos mojamos cuando llueve, comenzamos a pensar en la Tierra como un sistema. Comprender la Tierra como un sistema requiere estudiar las conexiones entre todas las partes que componen ese sistema: la atmósfera, la hidrosfera, la litosfera y la biosfera. Los procesos que conforman el sistema ambiental global están interconectados. Muchos problemas ambientales importantes llevan a los científicos a estudiar cómo funcionan estas condiciones en todo el mundo.
El estudio de la capa de ozono estratosférico incluye preguntas sobre los procesos de formación y destrucción del ozono. Los científicos han aprendido que el ozono, un componente químico que se encuentra principalmente en una capa a unos 25 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, está estrechamente relacionado con la actividad biológica que ocurre debajo de la superficie de la Tierra. Pequeñas cantidades de diversos componentes químicos en el aire controlan la cantidad de ozono en la atmósfera. Las fuentes de estos rastros son microorganismos del suelo y del agua, plantas terrestres e incluso algunos animales.
Los científicos que estudian el cambio climático también están interesados en la relación entre los diferentes procesos en la Tierra. Ciertos gases de la atmósfera dificultan que el calor (radiación infrarroja) llegue al espacio desde la superficie de la Tierra. Los niveles de estos gases de efecto invernadero en la atmósfera están relacionados con los procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en el suelo y el agua. También se ven afectados por la circulación oceánica y atmosférica. Para comprender la dirección futura del clima, debemos comprender esta red detallada de relaciones.
Los ecologistas estudian las formas en que los componentes bióticos y abióticos de los ecosistemas interactúan entre sí. Los organismos y especies individuales compiten y cooperan entre sí. En algunos casos, esta dependencia es tan fuerte que las plantas y los animales no pueden reproducirse o incluso sobrevivir unos sin otros. Existe una red de vida con extensos ciclos de nutrientes en la que cada organismo desempeña un papel. Si un organismo cambia en un ecosistema, las consecuencias pueden afectar a todo el sistema.
La estructura de la Tierra
Los científicos aún no conocen todas las conexiones del sistema terrestre, pero están trabajando para lograr una comprensión completa. El planeta que llamamos Tierra está formado por cinco «esferas» (atmósfera, hidrosfera, litosfera, criosfera y biosfera) conectadas por una compleja red de procesos.
La atmósfera está formada por gases y partículas suspendidas en el aire. Los océanos, las aguas continentales y las capas de hielo (criosfera) forman la hidrosfera. La litosfera se refiere a la tierra sólida, el núcleo, el manto, la corteza y las capas del suelo forman la pedosfera. Los lugares de la Tierra donde viven los organismos vivos se denominan colectivamente biosfera. En lugar de centrarse en partes individuales de la Tierra, los científicos del sistema terrestre utilizan la química, la biología y la física para estudiar los ciclos que conectan estas esferas entre sí y con la energía del Sol, que en última instancia controla todos estos procesos.
Los principales ciclos que conectan diferentes partes de la Tierra son el ciclo de la energía, el ciclo del agua (ciclo hidrológico) y el ciclo de elementos individuales importantes (por ejemplo, carbono, nitrógeno). Almacenamiento a lo largo del tiempo (por ejemplo, energía química, hielo marino, océanos, dióxido de carbono), flujo, movimiento de materia de un depósito a otro (precipitación, transpiración, corrientes oceánicas, viento, ríos) y cambios en la forma energética del agua y los elementos (fotosíntesis, condensación, fuego).
La energía solar fluye a través del medio ambiente, calentando la atmósfera, los océanos y la superficie de la Tierra y proporcionando energía a la biosfera. Las diferencias en la energía absorbida en diferentes lugares hacen que la atmósfera y los océanos se muevan y ayudan a determinar su temperatura global y composición química. Estos movimientos, como los patrones del viento y las corrientes oceánicas, redistribuyen la energía por todo el medio ambiente.
Por último, la energía procedente del Sol (radiación de onda corta) sale de la Tierra y llega a la atmósfera terrestre en forma de luz terrestre (luz reflejada al espacio por la atmósfera y la superficie) y radiación infrarroja (calor, también conocida como radiación de larga duración). radiación ondulatoria). radiación de ondas) se irradia por toda la parte superior del planeta. Este flujo de energía del sol a través del medio ambiente y de regreso al espacio es un vínculo clave en el sistema terrestre y un factor determinante en el clima de la Tierra.
El agua y los elementos químicos circulan por el medio ambiente, y el agua se transforma por evaporación, condensación y congelación para desplazarse de un lugar a otro en la atmósfera, los océanos, las superficies terrestres y el suelo. Cada elemento químico sufre una serie de reacciones químicas, pero la cantidad total de cada elemento en la Tierra sigue siendo la misma. De esta forma, el medio ambiente consta de un conjunto de ciclos: agua, carbono, nitrógeno, fósforo, etc. Debido a que los ciclos de los elementos están involucrados en la vida, se les llama ciclos biogeoquímicos junto con la tierra sólida.
Lugares maravillosos del Planeta Tierra
Fuente principal:
Aprendizaje GLOBE, Investigación de Ciencias del Sistema Tierra. GLOBE 2005. www.globe.gov
